El politólogo y economista acérrimo defensor del liberalismo de los años 80, Francis Fukuyama, estará presente en el Perú, el viernes 13 de octubre, ya que participará de la Cumbre de Comercio Exterior. Teórico que trajo como consecuencia el pragmatismo y existencialismo, practicado en el Perú, por el ex dictador Alberto Fujimori, continuado por Alejandro Toledo y Alan García Pérez.
La restauración del sistema capitalista en la URRSS en 1954 a la cabeza de Nikita kruschev, la restauración del capitalismo de China en 1976 en la dirección de Ten Siao Ping, y luego, la caída del muro de Berlín en Noviembre de 1989, sirvió de sustento para que el teórico estadounidense, Francis Fukuyama en 1988 y posteriormente en 1992, publicara su ensayo “El fin de la historia” el fin de las ideologías, en la que el capitalismo se habría impuesto al sistema socialista-comunista, luego de una ardua guerra fría entre dos polos opuestos desde 1945 hasta 1989.
En el ensayo “El fin de la historia” página 295, Fukuyama plantea textualmente “Quienes creen que el futuro será inevitablemente socialista, suelen ser muy ancianos o están al margen del discurso de la política real de las sociedades”, y es que según él, con la imposición de la hegemonía mundial del imperialismo Estadounidense, terminaba las ideologías en el mundo, predominando el capitalismo, el libre mercado, tal es así que en otro de sus pasajes del mismo ensayo puntualiza que “Desde el fin de la guerra fría en 1989, el modelo liberal se ha impuesto como único y mayor sistema de gobierno. Este se caracteriza por el respeto a la libertad individual, la propiedad privada y el poco intervencionismo estatal; hoy no hay ideologías y todo está dominado por la economía”
Es decir, para Fukuyama, el liberal, la bipolarización del mundo entre capitalistas-socialistas, imperialistas-comunistas, fue como consecuencia de la imposición del imperialismo, por ende, finalizaba la existencia de las ideologías; concepción que desde todo punto de vista desconoce la historia de dos ideologías en el mundo, la idealista y materialista, que no devienen por la concretización de dos sistemas económicos antagónicos, sino que estas (ideologías) tienen existencia antes de Cristo, con los filósofos Heráclito (materialista) y Aristóteles-Platón-Demócrito (idealistas), esta misma paralización ideológica de repitió en el siglo XVI con los filósofos Francisco Helen (materialista) y Francis Bacón (idealista), y ciertamente ello no considero Fukuyama.
Hoy, luego de 20 años, la historia demuestra que las contradicciones en el mundo han sido y serán existentes, esencialmente por la predominación de la piedra angular de la división de clases sociales, la propiedad privada, y eso se manifiesta en el desarrollo de los sistemas económicos, sean capitalistas o socialistas.
Con el ensayo “El fin de la historia”, se quería demostrar que el socialismo en el futuro era utópico y soñador, pero la historia nos vuelve a dar la razón que si es posible un sistema económico más justo y más humano en relación al capitalismo imperante, certificación clara, es el socialismo del siglo XXI como lo bautizara el ideólogo Frederich, sistema económico que se viene implantando en países como Ecuador, Venezuela, Bolivia, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, variando sustancialmente la geopolítica Latinoamericana; así mismo, mencionar a países como Noruega, Suecia, Finlandia, que se revelan una política económica social-demócrata, donde es vigente el Estado de bienestar con democracia participativa y representativa, y ello evidencia que nunca hubo un fin de los modos de producción (sistemas económicos), menos aun, un fin de las ideologías como se pretendió hacer creer. Pues hay que saber diferenciar responsablemente entre un modo de producción y la ideología, error que conllevó a Francis Fukuyama, realizar análisis abstractos y sin base filosófica.
Por lo tanto, la tesis “El fin de la historia” no es más que una confusión que no da cuenta de los hechos históricos mundiales. Sin embargo Francis Fukuyama logró la impregnación de la ideología liberal, el pragmatismo, existencialismo en la década de los 80, 90 y 2000, la misma que a nivel mundial y Latinoamericano ha fracasado, una muestra palpitante, fue España dos semanas atrás, donde los trabajadores salieron a las calles como respuesta a la política neoliberal del gobierno de Zapatero, quien ha recurrido a los recortes laborales y desempleo de casi 4 millones, ó, las protestas de los trabajadores de China por el incremento de los salarios, y a nivel Latinoamericano, protestas por reivindicaciones sociales, como consecuencia de las consecutivas crisis económicas mundiales del 2001-2002 y luego 2007-2009, y el fracaso del neoliberalismo y agonía de la hegemonía mundial, el imperialismo Estadounidense.
Atentamente.
La restauración del sistema capitalista en la URRSS en 1954 a la cabeza de Nikita kruschev, la restauración del capitalismo de China en 1976 en la dirección de Ten Siao Ping, y luego, la caída del muro de Berlín en Noviembre de 1989, sirvió de sustento para que el teórico estadounidense, Francis Fukuyama en 1988 y posteriormente en 1992, publicara su ensayo “El fin de la historia” el fin de las ideologías, en la que el capitalismo se habría impuesto al sistema socialista-comunista, luego de una ardua guerra fría entre dos polos opuestos desde 1945 hasta 1989.
En el ensayo “El fin de la historia” página 295, Fukuyama plantea textualmente “Quienes creen que el futuro será inevitablemente socialista, suelen ser muy ancianos o están al margen del discurso de la política real de las sociedades”, y es que según él, con la imposición de la hegemonía mundial del imperialismo Estadounidense, terminaba las ideologías en el mundo, predominando el capitalismo, el libre mercado, tal es así que en otro de sus pasajes del mismo ensayo puntualiza que “Desde el fin de la guerra fría en 1989, el modelo liberal se ha impuesto como único y mayor sistema de gobierno. Este se caracteriza por el respeto a la libertad individual, la propiedad privada y el poco intervencionismo estatal; hoy no hay ideologías y todo está dominado por la economía”
Es decir, para Fukuyama, el liberal, la bipolarización del mundo entre capitalistas-socialistas, imperialistas-comunistas, fue como consecuencia de la imposición del imperialismo, por ende, finalizaba la existencia de las ideologías; concepción que desde todo punto de vista desconoce la historia de dos ideologías en el mundo, la idealista y materialista, que no devienen por la concretización de dos sistemas económicos antagónicos, sino que estas (ideologías) tienen existencia antes de Cristo, con los filósofos Heráclito (materialista) y Aristóteles-Platón-Demócrito (idealistas), esta misma paralización ideológica de repitió en el siglo XVI con los filósofos Francisco Helen (materialista) y Francis Bacón (idealista), y ciertamente ello no considero Fukuyama.
Hoy, luego de 20 años, la historia demuestra que las contradicciones en el mundo han sido y serán existentes, esencialmente por la predominación de la piedra angular de la división de clases sociales, la propiedad privada, y eso se manifiesta en el desarrollo de los sistemas económicos, sean capitalistas o socialistas.
Con el ensayo “El fin de la historia”, se quería demostrar que el socialismo en el futuro era utópico y soñador, pero la historia nos vuelve a dar la razón que si es posible un sistema económico más justo y más humano en relación al capitalismo imperante, certificación clara, es el socialismo del siglo XXI como lo bautizara el ideólogo Frederich, sistema económico que se viene implantando en países como Ecuador, Venezuela, Bolivia, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, variando sustancialmente la geopolítica Latinoamericana; así mismo, mencionar a países como Noruega, Suecia, Finlandia, que se revelan una política económica social-demócrata, donde es vigente el Estado de bienestar con democracia participativa y representativa, y ello evidencia que nunca hubo un fin de los modos de producción (sistemas económicos), menos aun, un fin de las ideologías como se pretendió hacer creer. Pues hay que saber diferenciar responsablemente entre un modo de producción y la ideología, error que conllevó a Francis Fukuyama, realizar análisis abstractos y sin base filosófica.
Por lo tanto, la tesis “El fin de la historia” no es más que una confusión que no da cuenta de los hechos históricos mundiales. Sin embargo Francis Fukuyama logró la impregnación de la ideología liberal, el pragmatismo, existencialismo en la década de los 80, 90 y 2000, la misma que a nivel mundial y Latinoamericano ha fracasado, una muestra palpitante, fue España dos semanas atrás, donde los trabajadores salieron a las calles como respuesta a la política neoliberal del gobierno de Zapatero, quien ha recurrido a los recortes laborales y desempleo de casi 4 millones, ó, las protestas de los trabajadores de China por el incremento de los salarios, y a nivel Latinoamericano, protestas por reivindicaciones sociales, como consecuencia de las consecutivas crisis económicas mundiales del 2001-2002 y luego 2007-2009, y el fracaso del neoliberalismo y agonía de la hegemonía mundial, el imperialismo Estadounidense.
Atentamente.
Sergio Gonzales Apaza
Comunicador Social
Autor del Libro
“Nuestras Luchas”
perusergiogonzales@hotmail.com
enlabocadelloboperu@hotmail.com
http://enlabocadelloboperu.blogspot.com/
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